Ayer estuvimos en el estreno de la obra Esta CASI Felicidad en el Teatro Lara, un texto de Bárbara Lindsay adaptado por Bonnie Morín y lo que no sentimos fue eso...CASI felicidad. Los primeros veinticinco minutos de la obra tienen la esencia de una conferencia de psicología positiva, mensajes como la belleza esta en todas partes, todos somos validos y bellos, las pequeñas cosas de la vida nos pueden hacer estar en el séptimo cielo...palabras dignas del mismísimo Víctor Küppers.

 La historia transcurre entre el mundo de fantasía en el que vive Ágata y el mundo de la realidad en el que vive su sobrina, ambas actrices Cruz López-Cortón y Marta Bolaños con unas interpretaciones excepcionales dirigidas de una manera no tan excepcional.

Monólogos demasiado largos, situaciones inconexas, una escenografía pobre... en definitiva, un texto original con cuatro personajes que tras la adaptación se queda en dos y se hace espesa para el espectador que termina abriendo el móvil en mitad de la función o esquivando el lanzamiento de caramelos al más puto estilo de los Reyes Magos.

No es una obra que te llegue, al menos a mí, ni que te emocione. La música en directo es siempre un privilegio poder apreciarla pero ya esta.  Un montaje en el que guardaba más expectativas que CASI alguna se cumplió.