Cuando eramos adolescentes vivíamos todo con mucha intensidad, cualquier episodio de enfado o decepción lo vivíamos como si fuera una autentica traición monegasca. Nos dijeron que cuando fueramos adultos eso iba a cambiar y todo lo íbamos a relativizar por que los adultos pensaban más, y hacían las cosas con más mano izquierda....pinnnn error! Ya soy adulta, eso dice mi carné y sigo viviendo las cosas de manera intensa y las decepciones o desencuentros lamentandolo mucho, con mucho dolor.
Podría ponerme a hablar sobre el amor y todas las caras oscuras que no se ven, pero simplemente voy a hablar de las relaciones entre las personas, da igual si son de amor, de amistad o profesionales...Lo hacemos mal, pensamos que esas personas que están a nuestro lado lo estarán para siempre, que tenemos todo el tiempo del mundo para poder decirles lo que sentimos, que hacerles un desprecio no nos pasará factura, que somos mejor que el que tenemos en frente y podemos utilizar, humillar, decepcionar, traicionar de manera general sin que eso en algún momento no nos lo hagan a nosotros. Y digo yo ¿se podría hacer las cosas con un poco más de amor? ¿se podría hablar con ese compañero que no trabaja ni se implica y decírselo de una manera normal, sin ser brusca? o aquella amiga que te ha decepcionado, ¿se lo puedes decir de una manera honesta y amorosa? ¿Y si todos fueramos un poco más empáticos y sintiéramos como sufren las personas que tenemos alrededor, y si fueramos honestos y dijeramos las cosas desde la verdad?
En estas fechas tan obligatoriamente felices en donde en ocasiones tenemos que compartir mesa con gente que odiamos, ¿por que no podemos sacar las situaciones positivas que esa persona nos ha aportado? y sobretodo estar felices por que simplemente es un momento y esa persona no esta en nuestra vida. Estar en la vida de alguien es un lujo, un privilegio donde puedes compartir las cosas de ambos mundos el tuyo y de la otra persona, joder...que gusto, seguir aprendiendo de otras realidades y no quedarnos solamente en nuestra zona de confort. Querría pensar que el ser humano no es egoísta, no es mentiroso, no es cruel y es asertivo pero la verdad es que me lo ponen difícil.
Hagamos las cosas bien, sepamos sentarnos a hablar por que en la posición que te encuentras hoy puede ser distinta mañana.
Que en el 2020 sigan latiendo nuestros corazones.
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